En un privilegiado lugar de La Habana, junto a su hermosa bahía, tiene su sede el Centro Cultural San José, monumentales naves, construidas en 1885 para almacén y depósito.
Minuciosamente reconstruido por la Oficina del Historiador de la Ciudad, este nuevo espacio acoge hoy a un importante número de artistas-artesanos quienes allí exponen y comercializan sus obras, todos los días entre las 10:00 y las 20:00 horas.
En esa instalación magnífica visitamos la expo-venta del joven Juan Carlos Vázquez (La Habana, 1986), cuyos dibujos, en varios formatos, inmediatamente llaman la atención del visitante, en especial por los fuertes trazos que se aprecian en sus figuras alargadas, la sencillez de la composición, y un toque de humor. Como muchos de los artistas de la plástica es algo parco en palabras y remite siempre a sus obras, pero acepta responder algunas preguntas para los lectores de esta revista.
En este Centro Cultural conoció a un restaurador francés quien lo invitó a exponer su obra en la galería de su restaurante en la Riviera maya, y a una marchand norteamericana que ya comercializa la obra de Vázquez en su Galería Cubana de Boston y Provincetown.
Vamos a los inicios…
Empecé en el arte desde pequeño, siete, ocho años. Mi papá es escultor empírico, y es el que me ha guiado. Ya desde la primaria entré al Palacio de Pioneros en un taller de dibujo y pintura y ahí me fui introduciendo más en el dibujo. Luego me gradué de la Escuela de Instructores de Arte Eduardo García Delgado, en la especialidad de Artes Plásticas".
Háblanos de tus primeras obras…
Empecé dibujando y así sigo, porque la pintura como tal me resulta difícil. Empecé en blanco y negro, porque no encontraba una gama de colores que me conviniera y en blanco y negro lograba una diferencia de tonos".
Pero aquí tienes varios cuadros en lienzo…
He comenzado y ha gustado. Vi que el lienzo es más factible a la hora de mostrar mi trabajo. La gente le pone más interés".
Ya has encontrado tus colores, rojos y azules fuertes…
Al color llegué viendo muchos trabajos, sobre todo de Pedro Pablo Oliva, para mí uno de los mejores de Cuba. De sus colores fui logrando los míos, hasta alcanzar lo que hago ahora. Rojos y azules porque me gustan los altos contrastes, la mezcla entre los colores contrastantes".
Tanto en el dibujo como en el lienzo se aprecia una gran economía de recursos… &Sí, porque me resulta fácil trabajar así. Mi trabajo se basa en el dibujo, el pincel aún no lo domino. Mi primera etapa fue de mucha plumilla y dibujo en blanco y negro. Después más bien acuarela con plumilla. Y ahora fue por necesidad, no tenía tinta china, fui al acrílico y aquí he encontrado lo mejor".
Esto es la técnica. Pasemos a los temas…
Mi trabajo todo se basa en lo que vivo diariamente, en lo cotidiano. Los primeros dibujos fueron sobre la escuela, los profesores, los amigos. A medida que fui viviendo nuevas cosas he ampliado mi horizonte y las representaciones que hago".
Aunque eres muy joven ya puede hablarse de dos o tres series. &¿Dónde las has mostrado?
He participado en varias exposiciones colectivas. En 2001 en la Galería 10 de Octubre; en 2002 en el Centro Recreativo El Castillito, y en la Casa de la Cultura de Plaza, ambas en el Vedado y en &Generaciones", en la Galería Cubana de Provincetown.
¿Y las personales?
En 2001, expuse por primera vez. Fue la serie Yo, Tú, &Eál, Nosotros y Los Bichos, en la Galería de la Casa de la Cultura de Centro Habana. Luego en 2002, Renacimiento, en la Galería de la Escuela de Instructores de Arte. Fui el primer alumno que expuso allí cuando abrieron la galería. En el 2005 presenté Con Otros Ojos, en la librería Lezama Lima; en el 2007, Peces, Bichos, Gente, Cosas..., en la Galería de 10 de Octubre, y el año pasado en la Galería cubana de Boston, Entre Nosotros.
En tu última serie, en cartulina y lienzo, tu personaje parece siempre cargar al mundo…
Sí, un hombre que lleva el peso de todos los demás. Quiero referirme a las personas que son el centro de la familia. Me interesan las relaciones humanas". A la vera de la rada habanera nos despedimos de Juan Carlos Vázquez, este joven artista que comienza su camino en las muy poderosas artes plásticas contemporáneas cubanas, y lo hace con la fuerza de su línea y su sentido del humor.