Para este año 2013 el joven artista de la plástica Alain de la Cruz ha concebido dos interesantes proyectos. Una exposición que abarca una mirada a obras de ediciones anteriores, y la otra que incluye su más reciente trabajo.
La primera, como un flashback, expone disímiles pinturas de otras muestras para ofrecer una visión de las diferentes etapas por donde ha transitado su obra hasta la actualidad. &Una exposición íntima en un lugar íntimo", precisó.
La segunda —agregó— &es de gran formato, cuadros de 10 metros por tres o cuatro metros, hasta ahora los de mayor dimensión que me propongo realizar". Dentro de su producción anterior están cronológicamente títulos como Que se reproduzcan panes y peces (Cencrem); Crónicas sin prejuicios (casa museo Oswaldo Guayasamín); y una exposición bipersonal, expuesta en la residencia de la embajadora de Gran Bretaña, y en la sala Rubén Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC): Equilibrium, que constituyó un homenaje a la compañía Royal Ballet a propósito de su presentación en la capital cubana.
Este joven, cuyo arte seduce por lo sugerente de sus composiciones y el vigor de sus trazos, es autodidacta y trabaja la abstracción con elementos figurativos, estética con la que suele atrapar a un público atraído por el sincretismo y el enigma de los escenarios que recrea.
En 1998 pintó su primer óleo y según explicó &era una masa con diferentes personajes que todos se mezclaban entre sí, personajes con volúmenes".
Se veían rostros no realistas, con una paleta de colores sobrios: los sienas, los sepias, azules, rojos, amarillos, entre otros. Era un mundo nuevo", indicó De la Cruz.
Algunos años después aparece en su obra la preocupación sobre temas sociales como la emigración, la prostitución, la pérdida de valores que van sufriendo las personas debido a lo que le sucede a cada quien y cómo lo enfrenta, hasta proponerle al espectador un dílogo mediante sus cuadros. &Mi obra se caracteriza por ser humanista donde están implícitos todos estos temas sociales, precisó el creador, me interesa que las personas reflexionen, y así convocarlas a sus propios pensamientos…".
Un rasgo distintivo de esta pintura lo constituye la rueda, un elemento permanente en su obra. &Yo creo que es algo del subconsciente, pues de niño tenía gran afición por la bicicleta; incluso practiqué ciclismo, deporte que me gustaba mucho. Este elemento lo uso como referente a una constante evolución". Tras la rueda incorporó la vela, isleño al fin, &como una intención muy personal, como si fuera mi doble en busca de otro horizonte, un desplazamiento en una total evolución".
En 2007 a través de la fusión de los tres elementos en forma de un carromato hace su discurso.
Dentro de las actividades colaterales de la 32 edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, su presidente Alfredo Guevara lo invita a participar con Luz para todos, exposición que tuvo lugar en el convento de San Francisco de Asís. Al respecto David Mateo, curador de la exposición, comentó": ya no serían por separado los rincones de una arquitectura derruida y nostálgica, la fisonomía ingeniosa y a veces picaresca de algunos artefactos callejeros, las formas caprichosas de barcas y velámenes, los elementos que inducirían —cual lúcido rompecabezas— las señales sugestivas de sus pinturas abstractas; ahora todos ellos mezclados de forma suspicaz, fundidos dentro de una estructura de fuerte gestualidad, inmersos en coloraciones depuradas e intensas contribuirían a la exaltación integral de los valores formales y alegóricos de las piezas; y, sobre todo, le adicionarían a las escenas una espiritualidad inquietante, sobrecogedora, vinculada de manera directa al sentido de la mediación y lo contingente".
A la par de la Novena Bienal de La Habana, De la Cruz presentó su primera experiencia escultórica al participar con una obra instalativa en un proyecto colectivo, hecho que lo motivó a seguir experimentando en esta modalidad. Su primera exposición personal en este género: Inter-cambio (volumen 1) se materializó al ser invitado, en el marco de la Muestra Joven de Nuevos Realizadores, a entregar cinco de sus pinturas como premios de la décima edición que tuvo lugar en el Proyecto Cultural Fresa y chocolate del ICAIC.
En esa ocasión los carromatos, como elemento protagonista, invadieron el espacio, piezas como Love, Inter-cambio, y El sueño eterno conforman la exhibición. &El amor, el dílogo, la emigración, el juego con los límites y sus diferentes ángulos constituyen los temas a explorar. Unos que se van creando, otros que nos los imponen, pero pueden ser vencidos, traspasados por la voluntad del ser humano", señaló el artista, quien afirmó que &con los límites hay todo un juego visual; pero, en especial, con las emociones".
Uno de los atractivos de la obra de este creador habanero está en los colores oscuros que utiliza; a propósito afirmó: &Hay una mezcla en mis obras de diferentes gamas de colores, en muchas de ellas sí hay un ambiente lúgubre, oscuro, sin medida alguna. Pero también es una mezcla de negros con otros baños de colores donde hay transparencias, donde está el blanco, los grises, en el que se funde todo eso y se crea una atmósfera un poco intrigante".
De la Cruz ama el gran formato, esa amplia dimensión blanca. Para él &el lienzo en blanco te invita a entrar en él sin temer mancharlo. &Me brinda libertad, una gran posibilidad de expansión para poder expresarme", comentó.
Asimismo, ha sabido combinar su carrera plástica con disímiles proyectos decorativos, empresa que lleva a cabo desde el año 2003 junto a la diseñadora Lénore Herrera y el arquitecto Romar Herrera. En este sentido, su propuesta más reciente es el reconocido Restaurante Calle Diez, en Miramar, Playa.
¿Cúl será el mensaje que nos enviará Alain de la Cruz en sus nuevas exposiciones?, &¿a qué dílogo nos invitará a través de esos cuadros? La respuesta nos la dará en los próximos meses.