El rodeo, considerado el deporte-espectáculo de los campos cubanos, ha cobrado auge en las comunidades agropecuarias por ser la principal distracción de pobladores y criadores de ganado vacuno.
En Cuba tiene vigencia en todas las provincias, en las cuales existen instituciones y pistas especializadas muy bien habilitadas y con los requisitos internacionales establecidos para el desarrollo de cualquier tipo de evento.
Con el cursar de los años, el rodeo se ha transformado en un espacio de sana distracción por lo cual es visitado cada vez más por niños, jóvenes y adultos residentes en las ciudades.
La práctica de ese deporte campestre comprende derribo de reses a mano, monta de toros, ordeño de vacas, enlace de terneros, coleo, lazo doble y la carrera entre barriles, esta última especialmente para las mujeres; además, la acrobacia y las escaramuzas. La introducción hace unos años del coleo (tumbar a un toro por la cola) obedece a la preparación que debe recibir el vaquero cubano para enfrentarse a equipos fuertes en la actividad como Argentina, Venezuela y Uruguay, entre otros.
Procedente de México, el rodeo llegó a la Isla en la década de 1940, aunque desde hace tres siglos se practica en muchos países del continente americano, luego de su surgimiento en Texas.
Valentía, destreza, habilidad y mucha disciplina debe caracterizar al vaquero, por ser un deporte muy riesgoso, ya que enfrenta al hombre con animales, como son el caballo y los vacunos.
En la Isla existen 146 equipos de rodeo y más de 250 pistas donde se entrenan y compiten los atletas, quienes, desde los eventos de base, van acumulando puntos hasta integrar los equipos provinciales y el nacional.
El conjunto más destacado participa en el Torneo Internacional en la Feria Agropecuaria de Rancho Boyeros, en La Habana, al cual asisten los mejores jinetes y amazonas de México, Colombia, Costa Rica, Guatemala y Panamá, entre otros.
Fundado en 1933, el recinto ferial cubano posee gran prestigio en la región por la calidad de su pista y de los eventos ganaderos desarrollados allí, los cuales se rigen por las normas internacionales dictadas para la disciplina.
Aunque para algunas provincias el rodeo es una atracción, en la oriental Ciego de Ávila significa tradición e identidad, por el gran desarrollo ganadero que tiene la región y la cantidad de comunidades campesinas.
Según explicó a 55 Minutos Mario Pérez, presidente de la Sociedad de Vaqueros en el territorio, desde hace muchos años se desarrolla este deporte en los poblados agropecuarios, aunque su mayor auge ocurre en la década de 1970.
En esa época surgieron varios talentos a nivel nacional, de ahí que las nuevas generaciones de ganaderos hayan continuado la tradición hasta convertirse hoy en una actividad fuerte y de gran simpatía para los ganaderos avileños", apuntó.
Señaló que el equipo de Ciego de Ávila guarda en su historia el haber alcanzado el primer lugar nacional en cinco ocasiones, además de contar con un campeón internacional y otro nacional con récord en monta de toros.
El equipo local, formado por 18 vaqueros y tres mujeres, mantiene una adecuada destreza en el manejo del caballo y del ganado vacuno, aspectos que lo ubican entre los mejores de la Isla", precisó.
Las muchachas compiten en casi todas las disciplinas y según su pericia, habilidad, porte y estética en la monta del caballo, son seleccionadas como la Amazona de Cuba, cualidad que recae en la que mayor puntuación acumule. Ciego de Avila dispone de diez pistas de rodeo, la mayoría con muy buenas condiciones y con todos los requisitos para la realización de eventos internacionales
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