Un marco legal transparente que brinda seguridad jurídica, un clima social y político estable, además del alto nivel educacional, preparación del capital humano y amplios beneficios fiscales son los principales atrayentes que aumentan cada día el optimismo foráneo para invertir en Cuba.
La recién aprobada Ley de la Inversión Extranjera por el Parlamento cubano establece como uno de sus principales atractivos que un empresario durante ocho años no tiene que pagar impuestos sobre las utilidades, luego, en vez de un 30 por ciento pagará un 15, facilidad que ya muchos reconocen como trascendental en relación con su antecesora la Ley 77 de 1995. Desde el pasado 29 de marzo, fecha en que los diputados de la isla dieron luz verde a la nueva legislación, son muchos los que ya han expresado su confianza en la actualización económica y su nueva legislación que amplía las posibilidades para la participación de capital extranjero en ese proceso.
La Ley respalda la decisión de concebir la inversión extranjera como una fuente de desarrollo, en aquellas actividades que sean de interés para el país, y en determinados sectores y actividades económicas se considera elemento activo y fundamental, en correspondencia con las proyecciones de desarrollo económico y social a corto, mediano y largo plazos.
De sus bondades, facilidades y claridad hablan varios empresarios, en particular de Brasil, quienes amparados en sus por cuantos y artículos expresan su interés para colocar sus capitales en aquellos sectores que más lo demandan para desarrollarse.
Entre los primeros también están representantes de empresas de España e Italia, quienes apuestan por una línea de acción que consolide su presencia en esta isla, en algunos casos con más de 15 y 20 años relacionados con el entramado empresarial cubano.
De Brasil la empresa Real Escuadrias, especializada en la producción de puertas y ventanas de madera ya confía en los negocios que podría desarrollar en Cuba a través de Brasraff, una entidad cubana radicada en el gigante suramericano.
También FM Coempar, con más de 20 años en el mercado cubano, ha diversificado sus ofertas para cubrir las necesidades de los sectores de la construcción, agricultura, recursos hidráulicos, industria azucarera, alimentaria y el níquel.
De igual procedencia es Suplextrade Comercio Exterior Ltda, la cual mantiene su confianza en el mercado cubano con el suministro de productos de elevada calidad para las construcciones.
Odebrecht, organización integrada por diversos negocios en infraestructura, ingeniería industrial y ejecución de inmobiliarias e instalaciones para combustibles, es quizás la más atraída por el futuro económico y presencia de la isla en el mercado internacional, interés ya demostrado en la ejecución de la terminal de contenedores de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
De Italia y España varios empresarios con fuertes vínculos aquí elogian la legislación como la alternativa efectiva para radicarse en Cuba en las modalidades aprobadas: empresa mixta, contrato de asociación económica internacional o empresa de capital totalmente extranjero.
Con ese optimismo Sucar Caribe, de España, con su oferta de ferretería y equipos pesados aspira a una nueva línea de acción luego de 20 años suministrando a sectores tan importantes como las comunicaciones, turismo, transporte, energía y minas e industria médico farmacéutica. Algo a lo que también aspira Pinturas Isval, la compañía Técnicas Hidráulicas e Industrias Metalúgicas Soroa, todas de la península ibérica.
No menos atrayentes resultan las facilidades ofrecidas para las italianas Mapei con sus materiales de construcción, EmaCer (14 años de colaboración con Cuba en el mundo de las cerámicas) y la transitaria marítima Sefigroup, relacionada con entidades locales desde 1982.
El objetivo, coinciden, está en aprovechar las nuevas oportunidades y negocios, apoyados en un servicio de excelencia y ofertas de elevada calidad, que se abren en los sectores agrícola y forestal, industrias alimentaria, azucarera, sideromecánica, ligera, química y electrónica, farmacéutica y biotecnológica, energías y minas, comercio mayorista, salud, construcción, turismo y transporte.
Tales prioridades permitirán generar encadenamientos productivos, transferencia de tecnologías y técnicas gerenciales, desarrollo de infraestructuras industriales, producción de hidrocarburos, agroalimentaria y potenciar el turismo.