Para Andro Liuben, joven fotógrafo, pero diseñador de origen, llevar ambas profesiones ha sido todo un reto, un esfuerzo, según nos cuenta en reciente entrevista para nuestra publicación.
El diseño y la fotografía no han convivido mucho tiempo en su vida, pues se graduó en el Instituto Superior de Diseño en 2003, pero no fue hasta 2018 que empezó a incursionar en el arte del lente.
“Si bien mi vida profesional en general ha sido particularmente intensa, precisó, estos cinco años en que han coincidido ambas profesiones han roto todos los relojes. No tengo dudas de que un esfuerzo de esta magnitud ha sido fruto de la pasión y el amor por lo que hago, pero también ha requerido de mucha organización, de llevar una agenda, de establecer plazos y cumplirlos. Sin eso, nada sería posible”.
En el 2018 tomó su primera instantánea como profesional, casi por esos azares que la vida nos pone en el camino: “Fue una oportunidad repentina que surgió mientras diseñaba la revista Travel Trade Caribbean (TTC), la edición dedicada a la feria World Travel Market en Londres. Estaba programada una entrevista con el embajador británico y hasta el día antes no teníamos fotógrafo. Fue ahí que sentí que era el momento de empezar sin tantos preparativos, solo empezar, romper el hielo”.
A casi 200 años de las primeras fotos en el mundo y con el desarrollo tecnológico, que va a pasos agigantados, se impone por parte de estos profesionales la creatividad y para Andro esto es importante.
“La creatividad es más que relevante porque es lo que nos permite ver lo que no está a la vista del común para poder captarlo y generar así nuevas propuestas, nuevos mensajes, nuevas historias aún sin contar… es cuando el fotógrafo tiene que ser más imaginativo, más sensible y profesional también”.
Escoger una temática para transmitir ideas, estilos es una necesidad para los artistas de cualquier manifestación y Andro no está ajeno a ello.
“Haber encontrado trabajo rápidamente, aún sin tener la experiencia necesaria, fue una oportunidad que decidí aprovechar de inmediato. Esto no fue resultado de la suerte ni la casualidad, sino de una intensa actividad que desde mucho antes y aún hoy mantengo en redes sociales. Fue así que comencé a colaborar con una de las primeras agencias de marketing en Cuba, Gerbet, la cual me puso frente al reto profesional de la fotografía gastronómica y yo lo acepté. Pero es así que se aprende. Desde 2019 a la fecha he realizado 32 sesiones en 16 restaurantes; 25 sesiones en igual cantidad de casas de renta y 52 sesiones de viajes para turistas que desean llevarse un recuerdo de su estancia en La Habana. Todo eso creo que me define como un fotógrafo comercial (si es que existe tal calificativo),
probablemente influenciado por mi formación como diseñador gráfico, desde lo cual no solo ejercí la publicidad intensamente, sino que también aprendí a apreciarla con pasión y entrega”, explicó.
“La fotografía se encuentra en una etapa de pleno auge y gran demanda. A ello ha contribuido sin dudas internet y, sobre todo, las redes sociales. También el avance acelerado en las tecnologías fotográficas y otras que la apoyan. Dichas condiciones facilitan el trabajo desde la perspectiva de su ejecución, pero, por otro lado, ahora es más complejo sobresalir entre tantas propuestas de calidad; ahora hay que ser más creativo e impactante que nunca antes”. Este es el criterio que ofreció este diseñador, devenido en artista del lente, frente a la interrogante sobre qué piensa de la fotografía y por qué camino anda la misma.
Ante tanta competencia y un mundo de fotografía contemporáneo tan diverso, él brinda las siguientes sugerencias a quienes recién comienzan: “El fotógrafo, como el diseñador, tiene que saber de todo un poco y, por supuesto, dominar la técnica y el arte fotográfico para poder explotarlo a conciencia, no mecánicamente. De hecho, a mí el diseño me ha ayudado muchísimo. También recomiendo seriamente la práctica diaria. Sin eso, la teoría no sirve para nada. El aprendizaje y la práctica deben ser permanentes. El último consejo es mostrar tu mejor trabajo.
Si nadie ve lo que haces, no existes”.