Desde el año 2009, cada 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Fotografía gracias a la iniciativa del artista australiano Korske Ara, quien fue un importante eslabón para la difusión de esta fecha. La celebración rinde tributo al parisino Louis Daguerre, ya que ese día de 1839 presentó ante la Academia de Ciencias de Francia su invento cumbre: el daguerrotipo.
El dispositivo permitía obtener una imagen a través de procesos químicos en los que se utilizaba una superficie de plata pulida como un espejo. El tiempo de exposición era largo pues duraba alrededor de 10 minutos con luz brillante, el revelado era perjudicial para la salud porque se utilizaba vapor de mercurio altamente dañino, y los resultados no eran muy duraderos ni resistentes.
Gracias a los avances tecnológicos, la fotografía ha evolucionado sobremanera con el paso del tiempo, aunque su objetivo e intencionalidad se mantienen invariables. Este arte tiene el poder de contar historias, inspirar al espectador y servir de testimonios de sucesos trascendentales e irrepetibles. Las fotografías son, en esencia, fuentes documentales de la historia.
Sin embargo, no toda foto es una obra de arte, porque tener una cámara y disparar no significa ser un fotógrafo. Para serlo se deben utilizar recursos y técnicas que solo quienes estudian con profundidad esta especialidad logran dominar.
No obstante, con el surgimiento de las cámaras digitales y sobre todo con la popularización de la fotografía a través de los teléfonos móviles, cualquier persona puede ser testigo de un instante, captarlo y trasladarlo a los demás. En el Día Mundial de la Fotografía, fotógrafos del mundo y aficionados dan muestras de su pasión por esta disciplina.
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