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De la Cuba pre hispánica emerge la Laguna del Tesoro

Por: Alina Veranes
12 Sep 2022
De la Cuba pre hispánica emerge la Laguna del Tesoro

Apenas se habla hoy de la hermosa Laguna del Tesoro y, sin embargo, junto a su Complejo turístico Guamá es uno de los enclaves más singulares de la naturaleza cubana, ubicado en el humedal más grande de las Antillas, la Ciénaga de Zapata, en la occidental provincia de Matanzas.

La sorprendente Ciénaga de Zapata, es un verdadero reino de la madre natura donde macizos boscosos alteran con lagunas y tembladeras y habitan numerosas especies de aves endémicas y de paso, entre otros ejemplares del mundo animal.

Ocupa una extensión de 16 Km2 de superficie. El hotel Guamá reproduce el medio donde vivieron antiguos aborígenes cubanos, aquellos seres de tez cobriza y modales pacíficos que diseminados por diferentes puntos del país, vivían en diferentes estadios de su evolución como comunidades sencillas.

El sugerente nombre de la laguna dicen que se originó de un mito que cuenta la existencia de un supuesto tesoro en el fondo de sus aguas, no hallado. Se cree eran los bienes más preciados de estos primeros pobladores, quienes arrojaron a lo profundo de las aguas esas pertenencias, con tal de no entregarla al opresor conquistador hispano.

Muy interesante resulta la reproducción de una aldea taína aledaña a la Laguna del Tesoro, con esculturas que plasman actividades cotidianas y de subsistencia de esas personas que vivían en una suerte de comunidad primitiva.

Se trata de 25 esculturas a escala natural esculpidas por la prestigiosa artista cubana Rita Longa, y además, cuatro bohíos (sencillas viviendas de madera y techo de hojas de palma) y un caney – hogares de los aborígenes cubanos.

Algunas de las figuras tienen nombre: Dayamí, la joven soñadora; Abey, el gran cazador de cocodrilos; Cajimo, cazador de jutías; Maguanay, madre de familia que prepara el casabe; Yaima, una niña que juega; y entre todos, el Cacique Guamá.

Una pródiga vegetación acútica crece casi virginal en derredor, protegiendo los canales y formando hábitats idóneos para la reproducción y desarrollo de la especie Micropterus salmoides, llamada en acá trucha cubana.

Este mundo silvestre y no agresivo guarda especies endémicas de Cuba como el manatí (Trichechus manatous) y el manjuarí (Lepisosteus tristoechus), cuya captura está penada por la ley. Solo se permite la interacción armoniosa del vacacionista con este medio mediante la observación, la filmación y la fotografía.

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