Duvier del Dago, nacido en Zulueta, poblado muy arraigado en las Parrandas de la región central de Cuba que han sido declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, considera que su inclinación desde niño hacia las artes plásticas se origina precisamente en las tradiciones del lugar que lo vio llegar al mundo.
Este creador, dedicado sobre todo a la instalación, estima que las tradiciones de su patria chica, fueron lo que lo encauzó a dedicarse a esa manifestación, pues un amigo de su padre era diseñador de carrozas y prácticamente creció en ese ambiente, dijo en entrevista concedida a esta publicación.
“La instalación, señaló, es con lo que me siento más cómodo a la hora de realizar mi trabajo. Puedo jugar con el espacio y utilizarlo como parte indisoluble de la obra misma. Puedo intervenirlo, hacer que adquiera contenido y, a la vez, que se involucre y aporte contenido a la propia creación”.
Del Dago utiliza el hilo para trazar líneas en el espacio. Dejan de ser trazos bidimensionales y se convierten en líneas objetos que transportan el dibujo a lo que recuerda un holograma, en el que las luces ultravioletas transforman el entorno y vislumbran la figura cuidadosamente hilada por las manos del creador.
En sus series materializa deseos, cristaliza utopías, erige ciudades, reflexiona sobre el ser humano y su naturaleza violenta y, por supuesto, cavila en la contemporaneidad nacional que habita atendiendo problemáticas históricas, políticas y socioculturales.
Indudablemente, tratamos con un nivel de creación que, desde los difíciles noventa descubre el futuro. El artista ha hallado una solución totalmente innovadora para impedir que la instalación escultórica perezca en el tiempo. Ha revolucionado este medio artístico siendo un moderno y sutil modelador de las líneas de su época.
Al hablar acerca de la relevancia que le confiere a sus exposiciones, señaló que sus piezas han estado exhibidas en importantes bienales de las artes visuales, como la de La Habana, entre el 2001-2019, de Cuenca, Ecuador,2009 y la de Venecia Pabellón de Cuba, en 2011.
También sus obras se han presentado en numerosas exposiciones personales y colectivas entre las que se destacan: Entelequias, Galería Villa Manuela,(2024) y Distopía, Galería Máxima (2023) ambas en La Habana; Open Studio, Atelier Calder, Saché, Francia (2014) Latitudes, Hôtel de Ville París (2009), Latido, exposición colectiva itinerante por varios de los museos más importantes de Noruega, entre otras.
Como artista visual ha recibido numerosas becas y residencias en instituciones internacionales entre las que se encuentran: Residencia artística Le Pavillon , Laboratorio de creación artística, Palais de Tokyo, Edición 2006-2007, París; Beca de creación artística del Museo de Arte contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) España, 2007 y Residencia artística Fountainhead, Miami EUA, Julio-Septiembre de 2014.En cuanto a reconocimientos, ha sido acreedor del Premio UNESCO para el fomento y el desarrollo de las artes visuales en la 7ma Bienal de la Habana, 2001, como integrante del proyecto Galería DUPP, por la obra 1,2...3… Probando, no obstante considera que “el premio más importante para un artista es la aceptación de su trabajo y ver cómo los espectadores consumen y aceptan sus obras, y cómo esa labor puede constituir un referente para futuros creadores. Ese es el mayor premio que un artista puede recibir”.
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