Con la inauguración este jueves de sendas plantas para la producción de mascarillas quirúrgicas e hisopos, respectivamente, Cuba avanza con paso firme en favor del enfrentamiento a la COVID-19 que afecta al mundo desde hace poco más de un año.
Pertenecientes al Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO), adscripto al Grupo Empresarial BioCubaFarma, las nuevas instalaciones permitirán al país satisfacer las necesidades de esos medios, sobre todo a aquellos profesionales que a diario se enfrentan en arduo combate a la pandemia.
En cuanto a la producción de hisopos, sumamente necesarios para el diagnostico del SARS-CoV-2, se prevé una producción diaria de alrededor de 200 mil unidades, en tanto se deben confeccionar entre 14 y 16 mascarillas cada 24 horas.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo aportó unos 200 mil dólares para la adquisición de maquinaria de fabricación de hisopos –para pruebas de PCR y uso general de la salud cubana-, en tanto la Unión Europea propició un financiamiento de más de 250 mil euros para incrementar las medidas de enfrentamiento a la COVID-19, parte de cuyo aporte se destino a la producción de las mascarillas quirúrgicas.
En la inauguración de las fábricas, cuyas edificaciones estuvieron a cargo de la Cooperativa no Agropecuaria Construcciones Santa Fe, estuvieron presentes José Moya, representante en Cuba de la OPS/OMS, Lorenzo Suarez, Consejero de asuntos Económicos, Políticos y Culturales y Director Adjunto de la agencia suiza (COSUDE), Blanca Rosa Terry, Presidenta de la Sociedad Cubana de Higiene y epidemiología, Mayda Maury Pérez, Vicepresidenta Primera de BioCubaFarma, así como otros funcionales de organizaciones internacionales y de instituciones de la mayor de las Antillas.
CNEURO es una institución cubana de investigación y desarrollo en el sector de las tecnologías medicas e incluye además la producción y comercialización de esos medios, y es reconocido internacionalmente como productor de dispositivos médicos avanzados de la isla.