Hombre afable, amable, de hablar pausado y, sobre todo, con gran poder de persuasión es el Dr. Francisco Durán, Director Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap), quien concedió en exclusiva una entrevista a CubaPLUS Latinos para hablar sobre el tema que ocupa al mundo desde hace más de dos años, de la pandemia.
El país, señaló, ha logrado superar la COVID-19, gracias al cumplimiento de las medidas sanitarias por parte de la población y, en especial, por el programa de vacunación, llevado a cabo con inmunógenos de producción nacional. Cuba es la única nación latinoamericana que ha logrado la creación de cinco candidatos vacunales, de los cuales tres ya son vacunas, un hecho sin precedentes en un país subdesarrollado y de escasos recursos por las dificultades que nos han impuesto, que son de conocimiento público.
Solamente con una Revolución, con un polo científico —como lo llamó en su momento el líder histórico Fidel Castro, quien creó y desarrolló la idea en 1991— fue posible que Cuba haya producido sus propias vacunas", enfatizó.
No estamos hablando de un país que comienza a producir vacunas, hay que tener en cuenta que en el programa de vacunación de Cuba, de los 11 inmunobiológicos que se administran y protegen contra 13 enfermedades, ocho son de producción nacional, logrando eliminar un grupo importante de enfermedades que azotan al mundo y a Cuba antes del triunfo de la Revolución, entre ellas: rubeola, sarampión, parotiditis, difteria, tosferina y la poliomielitis. Por tanto, Cuba lleva años creando vacunas y las ha ido produciendo en dependencia de las necesidades", significó.
A pesar de que tenemos el &Oámicron, muy contagioso, y las subvariantes &Oámicron BA1 y BA2 más contagiosas aún, que circulan en todo el país, se ha logrado una disminución notable de los casos y de los fallecimientos, lo que demuestra que la vacuna cubana es efectiva", aseguró.
El efecto de la vacuna, aclaró, no evita que te contagies, pero sí logra que se desarrolle un cuadro clínico mucho menos complicado y en la gran mayoría de los casos no se necesita ingreso hospitalario, se padece la enfermedad con síntomas ligeros".
No obstante, consideró difícil la eliminación total del virus y como ha planteado el propio director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyes, expresó: &continuamente circulan virus respiratorios que ocasionan una endemia de infecciones respiratorias agudas.
Para ello, todos los años, el mundo que puede y nosotros, vacunamos con antigripal a grupos de población de niños y adultos de riesgo. No quiero decir que el futuro de la COVID-19 sea ese. Se ha hablado de un primer refuerzo, de un segundo refuerzo…los científicos después dirán con qué frecuencia será necesario volver a vacunar".
Un poco de información
La epidemiología, explicó el Dr. Durán, tiene que ver con la salud y la enfermedad de las poblaciones humanas y tiene un valor tremendo, pues cuando aparece una determinada enfermedad o problema de salud, que no necesariamente tiene que ser una enfermedad transmisible, primero hay que averiguar el agente que la produce, el huésped que la tiene, el medio que facilita la transmisión de la enfermedad o el problema de salud para que permita adoptar las medidas de emergencia y poder combatir la situación. No son iguales las acciones que hay que acometer cuando se trata de una enfermedad de transmisión vectorial, de transmisión respiratoria o de transmisión digestiva.
También incluye en su accionar, las enfermedades no transmisibles, de las cuales nos morimos los cubanos y gran parte del mundo. Las principales causas de muerte en Cuba, por ejemplo, son enfermedades del corazón, cáncer, insuficiencia renal, diabetes mellitus, accidentes… no obstante, gracias a nuestro sistema de salud alcanzamos una esperanza de vida elevada", dijo. Algo importante es que la epidemiología no es exclusiva de los epidemiólogos, explicó: &el objetivo es que cualquier médico, licenciado u otro profesional de salud en su trabajo aplique el método clínico epidemiológico".
Cuando comenzó sus estudios de medicina, Durán tenía el propósito de ser psiquiatra, igual que su padre. Incluso, durante algunos pocos años se desempeñó como tal. Sin embargo, a partir de 1981 cambió para epidemiología en su provincia natal, Santiago de Cuba, pues comenzaba allí el desarrollo de la especialidad y al concluir su formación como especialista, lo nombraron Jefe de la Campaña de Erradicación del mosquito Aedes Aegypti. Esa fue su primera experiencia como epidemiólogo.
Después le esperaban muchas otras batallas: trabajó en el combate contra el dengue, después vino el SIDA. Fue designado Jefe del Programa de Prevención y Control del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) en Santiago y al inaugurarse el sanatorio para esos pacientes, fue nombrado director.
Posteriormente pasó a ocupar el cargo de Rector de la Universidad Médica de Santiago de Cuba, Director Provincial de Salud de ese territorio y en el 2003 se trasladó a La Habana para desempeñarse como Viceministro para la Docencia e Investigaciones.
En el 2009 fue designado Jefe de la misión médica de Cuba en Angola, donde permaneció por tres años y como relató, conoció enfermedades que nunca antes había visto, de mucho valor para su formación como epidemiólogo.
Al regreso en el 2012 pasó a ocupar el cargo de Vicedirector Primero del Instituto de Medicina Tropical &Pedro Kourí" (IPK) y en el 2014 la Dirección Nacional de Epidemiología, responsabilidad que desempeña en la actualidad.
Durante todos estos años, ha tenido que enfrentar epidemias de cólera, dengue, zika, chikungunya, así como conducir los programas de prevención y control de Enfermedades Transmisibles y No transmisibles y de Control Sanitario Internacional.
Hemos trabajado duro. Todos los cuadros y funcionarios de la dirección hemos tenido que estar por toda Cuba apoyando el trabajo en las provincias y ha sido una experiencia de combate, que nos sirvió para enfrentar la COVID-19, ya que desde que se informó su existencia en el 2020, antes de que tuviéramos el primer caso —11 de marzo del 2020—, ya habíamos elaborado y aprobado por las máximas autoridades del país el plan de prevención y control, indiscutiblemente de todas mis experiencias enfrentando epidemias, ésta, es la más fuerte", comentó.
Para este epidemiólogo de gran trayectoria, ese trabajo ha sido &una experiencia, dentro de la desgracia, muy bonita. Me permitió prepararme técnicamente, conectarme con muchas personas, transmitirle palabras de aliento y sobre todo qué conocieran las medidas para evitar el contagio y garantizar su atención médica. Fue muy interesante desde el punto de vista epidemiológico para mi equipo de trabajo y para mí", concluyó.