Con su nombre de raro acento aborigen se sitúan en la central provincia de Villa Clara los agrestes Mogotes de Jumagua, zona de la geografía cubana declarada Área protegida por expertos competentes, perteneciente además al norte de esa región, al municipio de Sagua la Grande concretamente.
Se consideran como el accidente natural más importante de su tipo en la región central y el segundo del país, siguiendo los pasos a los de Viñales.
Allí crece el último reducto de vegetación natural del norte de Villa Clara, conocido antaño como la Costa de Oro y que, sin embargo, fuera transformado intensamente por el proceso colonizador y sucedáneos.
Contaba desde siempre con tierras muy fértiles y abundantes recursos forestales. Hoy también se considera notable por las grandes evidencias halladas que enriquecen estudios de la paleontología, espeleología e histórico-culturales. Si a esto se le suma su fascinante paisaje, lógica es su declaración de reserva ecológica desde 1984.
El vocablo "Jumagua" parece provenir de la voz aborigen “Jimagua”, popularizada hasta hoy día para designar a los gemelos o mellizos (esta última usada en el Oriente).
Un viejo mapa de 1840 designa al enclave como Loma de las jimaguas. Hoy esta reserva ecológica es administrada por la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna (ENPFF) y no se han establecido servicios para una organizada atención a sus visitantes.
Además de sus mogotes o colinas de no muy notable altura, al noroeste de la reserva se extiende un humedal. Las rocas estructurales de las colinas son sedimentarias, principalmente calizas, con evidencias de conductos cavernarios en las partes más altas.
Concretamente hay 8 formaciones del tipo conocido como mogotes con una altura máxima de 86.8 m., los cuales son una hermosa visión sobre el llano. Hay 11 cuevas con una curiosa vida zoológica. Son características las pendientes abruptas y los farallones.
La flora cuenta con joyas como la Palmita de Jumagua (Hemithrinax ekmaniana), o Yuraguancillo, endémico local estricto del área. El aislamiento y la erosión le han dado características muy especiales.
Se han descrito científicamente 421 especies de plantas vasculares, agrupadas en 302 géneros y 106 familias, lo que demuestra su alta riqueza taxonómica.
La fauna exhibe un ave endémica muy representativa del país, comúnmente llamada Catey, de la familia de las cotorras parlanchinas, pero muy especial. Los moluscos reinan entre los invertebrados, con 93 especies, reptiles (19) y otros.