Con afición idéntica a la que existe en otras partes del mundo, los cubanos llegan este 2 de diciembre al Día Mundial de las Frituras, aunque a la verdad no muy enterados de manera general de que existe una jornada dedicada a ese alimento tan gustado.
Pero desde que esta nación comenzó a forjarse, consumir alimentos fritos y en especial las llamadas “frituras”, elaboradas fundamentalmente con harina de trigo, maíz o malanga (un tubérculo muy gustado) han sido parte importante de la dieta cotidiana y las costumbres alimentarias de la nación.
Puede ser que algún medio de prensa divulgue que el Día Mundial de las Frituras surgió debido a la existencia del Fritters Day de Estados Unidos, pero por estos lares la afición es vieja y considerada como parte de la cultura culinaria.
Y se consumen frituras profusamente, a despecho, incluso, de que en tiempos actuales los médicos intensifican las alertas de los riesgos de su ingestión en exceso para niños y jóvenes sanos, y más, para los diabéticos, hipertensos, cardiópatas y pasados de peso.
Lo cierto es que la afición por las frituras y las fritangas no cede. E intentar poner freno o evitar su ingestión es para muchos una verdadera pesadilla hoy día, tan arraigado está ese hábito.
Aún en tiempos de economía difícil perviven en los centros urbanos, fundamentalmente en esquinas de calles céntricas, pequeños carros expendedores o timbiriches, con sus fogoncitos portátiles, friendo el socorrido alimento para cientos de transeúntes.
En los hogares no solo se comen las conocidas masas de harina redondeadas, enriquecidas con huevos, sal y condimentos como cebollas o ajo, al gusto. También hay gran adición por las papas fritas, las tortillas y huevos fritos, las carnes y chicharrones adobados y pasados por aceite a fuego vivo.
Diríase que la forma preferida de ingerir los alimentos, además de adorar el infaltable potaje de frijoles negros o colorados, y los arroces, en diversas variantes, es cocinándolos fritos, más que asados, aunque esta última forma de cocción gusta mucho más en las ocasiones originadas por festejos familiares.
Añadimos que si bien las croquetas técnicamente pueden ser clasificadas como frituras, por acá no se las nombra de esa manera, aunque son tan populares como las demás. Pero las gustadas croquetas tienen una personalidad muy propia dentro de la dieta del cubano, como los llamados “perritos”, pues así se nombra por acá con cierto cariño a los famosos perros calientes que una vez invadieron al mundo y desde entonces acompañan a los humanos.
El chícharo es una leguminosa, al igual que el frijol, los garbanzos y las lentejas que posee un alto nivel de nutrientes. Es una buena fuente de vitaminas A, B6, C y K, folato, fibra, proteínas, tiamina, niacina, y riboflavina y además aporta grandes cantidades de magnesio, potasio, hierro, cobre y cinc.
Algo importante que se debe saber acerca de este alimento es que cuando se congela mantiene sus nutrientes.
Hoy traemos una receta fácil de preparar y que a todos en la familia gustará.
Ingredientes:
Una tazas de chícharos
1 huevo
1 cebolla
4 dientes de ajos,
1/2 cucharadita de comino molido
Sal al gusto
100 gramos de harina (opcional)
Aceite suficiente para freír
Preparación:
Lave los chícharos y en un recipiente echarlos y cubrirlos con agua. Mantenerlos así por 24 horas. Pasado ese tiempo echarlos en una batidora y batirlos con poca agua para obtener una pasta. Añadir la cebolla, el ajo, el comino y la sal y volver a batir.
Verter la mezcla en un recipiente hondo que puede ser de cristal o plástico y añadir el huevo y mezclar bien.
Si observa que la mezcla está un poco aguada le añade una o dos cucharadas de harina y mezclar bien (esto si lo considera necesario solamente)
En una sartén con suficiente aceite, calentar bien y comience a echar cucharadas de la preparación y freír hasta que estén bien doradas las frituras. Verá que le quedaran deliciosas.
Si tiene apuro y no desea esperar 24 horas para preparar las frituras puede cocinar los chicharos en olla a presión durante 30 minutos para ablandar y cuando refresquen realice el mismo procedimiento.
Pueden servir como tapas o guarnición en las comidas. ¡Buen provecho!