CubaPLUS Magazine

La fotografía, un arte para dejar constancia de la realidad

Por: María del Carmen Sánchez, Fotos: Cortesía de la artista
11 Apr 2023
La fotografía, un arte para dejar constancia de la realidad

Después de una década dedicada al arte de la instantánea, la fotógrafa Sonia Teresa Almaguer Darna (Cuba, 1971) fue trabajando desde sus inicios varios géneros a la vez, con el objetivo de ir encontrando su mejor perfil artístico; fue así como quedaron entre sus preferidos, y quizás los mejores tratados, la fotografía documental y el retrato.

“Desde aquellas primeras fotos que te atreves a mostrar, y a pesar de que gozaron de la aceptación de personas conocedoras en la materia, siento que esas imágenes han sido superadas técnicamente y mi trabajo se fue personalizando de acuerdo con mis propios intereses y, principalmente, con mi manera de ver el mundo”, relató a CubaPLUS Magazine esta destacada artista del lente.

La fotografía, un arte para dejar constancia de la realidadLa imaginación en el creador es fundamental, y sobre este proceso, Sonia señaló: “La imaginación es la capacidad que tenemos los seres humanos para recrear o fabular con historias u objetos, de los cuales nos servimos para transmitir sentimientos e ideas, y en el arte es una cualidad inherente al artista.

“La fotografía siempre se ha percibido como un arte que se hizo para dejar constancia de la realidad; gracias a la imaginación de sus hacedores, existe la fotografía artística y conceptual, capaz de transmitir estados anímicos o develar escenas inquietantes o líricas.

“Considero, abundó, que sin esa capacidad de imaginación en la propia fotografía documental o callejera un fotógrafo no podría transmitir ningún mensaje o historia asociada a lo que pretende dejar como huella del mundo”.

Ha trabajado fundamentalmente tres géneros, la fotografía documental, el retrato y la fotografía de teatro, y aunque parezca que son independientes, se mezclan en su obra, y así lo explica la creadora: “Mi búsqueda constante es descubrir sentimientos, historias que solo encuentras en la expresión y posturas de mis retratados o su propia interacción con el entorno en el que se mueven. Escoger adecuadamente el plano, el encuadre, la luz, te conduce a encontrar una poética de vida, de acción, de hechos”.

La fotografía documental la atrajo desde el primer momento: “Con este tipo de fotos siento la necesidad de comunicar lo que sucede a mi alrededor, de alguna manera un ojo adiestrado ve un poquito más allá de lo que ve un ciudadano común. El fotógrafo documental se vuelve testigo mudo de su tiempo, con eso asumes mucha responsabilidad.

“Han ido apareciendo así en mi portafolio series como Pasaporte Santiago, dedicada a registrar la diversidad cultural artística que reúne un importante suceso cultural, el Festival del Caribe; Ocho km de historias, que nos acerca a episodios de vida de aquellos que visitan o usan con diversos fines el famoso Malecón habanero; o Como antes, que no es más que una alerta, un reclamo a la recuperación de la infancia, a la socialización y al reconocimiento de los valores del ser humano”.

La instantánea artística en Cuba está en muy buen momento, según su criterio: “Fundamentalmente, en la mano de muchachos jóvenes con un discurso bien atrevido y cada vez más cercanos a las enseñanzas de las academias o cátedras de fotografías que existen en nuestro país, lo que me hace pensar que van mucho más seguros a encontrar sus referentes y sus propias estéticas”.

La diferencia entre un fotógrafo u otro está en el estilo, y la forma de expresarse a través del lente. Una persona con ojo crítico es capaz de conocer en una imagen, por ciertas señales, quién es el autor de esta. Así le suele pasar a Sonia con la vertiente teatral, a la que ha dedicado mucho tiempo y con la que se le identifica por sobre todos los demás géneros que trabaja. “Se supone que este tipo de fotografía pretende ser más fiel al suceso teatral como registro documental de la pieza; para mí es todo lo contrario, hacer estas fotos me permite apropiarme de todos sus valores artísticos y recrearme en la creación de nuevas obras, descontextualizarlas de su escenario original y obtener otras historias; es el caso de la serie ¿Y esa foto de Esperanza?, retratos en blanco y negro, lo que permite que tengan una carga simbólica y dramática desde otra lectura artística”.

Siempre es tiempo para experimentar con nuevos lenguajes estéticos, su última serie es muestra de ello, La Habana que me han dao, La Habana que te dejo, en conjunto con el artista plástico Denys San Jorge. En ella prima la fotografía arquitectónica trabajada con el uso de técnicas mixtas como el collage y la pintura, lo que permite una recreación abstracta de los edificios más emblemáticos de esta urbe.

Para los jóvenes fotógrafos también hay un mensaje de esta artista: “La clave puede estar en encontrar el nicho donde logres que tus capturas dejen de ser una simple foto para convertirse en una obra de arte, llena de sentimientos, imaginación y poesía”.

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