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El 22 de julio de 1965 falleció en La Habana la cantante cubana Paulina &Aálvarez, dueña de una voz y un estilo definitorio y privilegiado que llevaron a bautizarla con el sobrenombre de Emperatriz del danzonete, un género criollo derivado del danzón, el baile nacional de Cuba.

Había nacido en 1912 en la ciudad central de Cienfuegos, cercana al terruño donde viera la luz el Bárbaro del ritmo, Benny Moré.

Todo el que la escuchó cantar reconoció que no solo era magistral en el danzonete, pues su voz de timbre potente podía asumir cualquier género de la música cubana. Desde temprano dio muestras de sus prodigiosas condiciones vocales.

Radicada en la capital desde la adolescencia, junto a su familia, la primera canción que interpretó en la radio fue una versión muy original de El manisero, de Moisés Simons, con la cual se dio a conocer.

Pero el éxito le llegó al interpretar Lágrimas negras, del genial Miguel Matamoros, y la canción Mujer divina, del brillante mexicano Agustín Lara, en la orquesta Elegante donde era solista.

Cuando el compositor matancero José Manuel Aniceto Díaz compuso su primer danzonete, bajo el título de &Rompiendo la rutina", eligió a Paulina para promocionarlo en La Habana.

Fue tan sensacional la acogida que a partir de esa etapa el género y el tema sirvieron de identidad para la prometedora artista.

En una época en que el canto en orquestas era dominio de los hombres, el mérito de la pegada de Paulina fue más que resaltante. Progresando, pronto pudo fundar su propia orquesta, con músicos de calidad, que la respetaban además de por su voz, por sus conocimientos de teoría y solfeo, piano, guitarra y canto, en los cuales era versada.

Esta artista de pueblo pudo vivir la gloria de disfrutar su enorme popularidad y grabó discos con las principales firmas mundiales. Saturaba los espacios más selectos con la convocatoria a un público que la amó y bailó gozoso con su arte.

Los entendidos elogiaron de ella su decantada afinación, intensa y apuntalada por un bello timbre y una extensión envidiable. &Mimosa", &Campanitas de cristal", &El verdulero", &Obsesión", &Aprietas más", &Vagando", &&Eáchale solfeando", &No vale la pena" y &Ritmo pa#39;mí", fueron hits en su voz. "Allá en Matanzas se ha creado un nuevo baile de salón…", nos recuerda desde la eternidad Paulina.