CubaPLUS Magazine

Llegar a la linda Playa Jibacoa es darse de bruces con una imagen de postal, de esas que salen en ciertas películas para seducirnos al instante. Mar, arena fina, acantilados y colinas reunidos en una cala a pleno sol nos dan la bienvenida y auguran el mejor de los disfrutes en esa parte del litoral de la provincia de Mayabeque.

Y con el ánimo henchido por tanta gracia natural, se suelen pasar momentos o días geniales en las instalaciones hoteleras y bases de campismo, en un entorno recoleto, alejado del mundanal ruido. Pues, sí, dorando tu piel bajo los efectos del sol antillano –en las dosis moderadas que debes administrar- gozando de los baños o el inmersionismo, y practicando otras actividades al aire libre, como recorridos a caballo y paseos en embarcaciones ligeras.

Recoleta, dijimos, pero no en un mundo perdido, pues Jibacoa está ubicada en la costa norte, a unos 12 kilómetros de la ciudad de La Habana, desde la cual se accede a ese precioso litoral a través de la costanera Vía Blanca.

Sorprende en el entorno circundante el contraste de sus pequeñas y verdes colinas, con los azules del mar y el cielo cubano, sumados a la benignidad general del clima tropical y la calidad de los servicios que allí se ofrecen.

Otras de sus peculiaridades son las llamadas entradas o lenguas de mar, entre las que figuran El Abra y El fraile, dos encantadores nichos ubicados en ensenadas rodeadas por colinas.

Practicar deportes náuticos y el submarinismo, con voluntad conservadora del medio ambiente, son también parte de la oferta. En los fondos cercanos habitan multicolores corales y una abundante fauna de peces y moluscos. Un convite muy sugerente al buceo contemplativo.

Desde hace un tiempo Playa Jibacoa es la sede oficial del Festival de Música Electrónica, principal evento de este tipo en Cuba, una cita que concita, valga la redundancia, la presentación de destacados cultores, figuras y agrupaciones, de los distintos géneros de esa manifestación artística.

No cabe dudas de que los conciertos de hip hop, fusión y rock que entonces por allí suenan fuerte le añaden una nota cosmopolita muy juvenil al pequeño balneario en jornadas estupendas.