CubaPLUS Magazine

No puedo evitar cantar aquella canción de mis tiempos infantes: &Arroz con leche, me quiero casar…", mientras les escribo y sugiero especialmente dos variantes de preparación del sabroso Arroz con leche, que siempre ha gustado tanto a los cubanos de todas las edades, amantes de los dulces, postres y otras golosinas.

Son recetas heredadas de una larga tradición inmemorial, surgidas en la época de Maricastaña o Ñañaseré, trasmitidas fielmente de abuela a madre y de madre a hija. Algunos afirman que es de origen hispano otros dicen que la cultura de raíz africana ha puesto lo suyo. Lo más probable es que haya una mezcla de saberes, porque los cubanos de todos los orígenes no podemos prescindir del arroz, en comida salada o dulce.

La primera es la deliciosa variante preparada con leche condensada y huevos -mi preferida-, que lleva los siguientes ingredientes: Media taza de arroz, tres tazas de agua, una cucharadita de sal, canela en rama, o tiritas de cáscara de limón, una lata de leche condensada, una cucharadita de vainilla, tres yemas de huevo.

Primero ponga a cocer o a hervir con fuego medio el arroz, previamente lavado, en el agua prevista, con la canela o cáscara de limón. Cuando el arroz se ablande, es el momento de añadir la leche condensada y las yemas de huevo, que debe mezclar revolviendo con una cuchara, preferiblemente de madera, hasta que cuaje. Al quitar del fuego el recipiente, añada la vainilla. Sírvalo si desea polvoreado de canela finamente molida, a discreción, o con una cubierta de merengue azucarado, hecho con las claras de los huevos utilizados. Da para 8 raciones.

Para los que prefieran la leche fresca, la sugerencia es como sigue: Media taza de arroz crudo bien lavado, una y media tazas de agua, un pedazo de cáscara de limón, un pedazo de canela en rama, un litro de leche, una taza de azúcar, un cuarto de cucharadita de sal, una cucharadita de vainilla y una cucharadita de canela molida.

Ponga a cocinar el arroz con el agua, limón y canela en rama. Cuando esté hecho y se seque el agua, añada leche, sal y azúcar. Déjelo cocer a fuego mediano hasta que se espese, revolviendo de vez en cuando por espacio aproximado de una hora, para que esa suerte de mezcla cada vez más cremosa no se pegue al fondo. Sírvalo polvoreado con canela molida o aplánelo como si fuera una suerte de flan. Da aproximadamente 8 raciones.

Un viejo truco de las abuelitas cubanas aprovecha para hacer ese postre exquisito el arroz blanco sobrante de una comida hecha con anterioridad. Para taza y media de arroz cocinado use la misma cantidad de leche y azúcar. Si empleará leche evaporada o condensada, antes debe añadir el agua correspondiente que se requiera para disminuir la densidad de esos productos, algo en lo que debe emplear su buen tino. Es todo por ahora. A saborear el arroz con leche a la cubana se ha dicho.