Cada segundo domingo de mayo se celebra en Cuba el Día de las Madres, ese ser insustituible que nos trae al mundo y que es capaz de dar hasta su propia vida por los hijos y que siempre está pendiente de ellos, no obstante, sean adultos, pues para ella siempre serán pequeños.
Según datos históricos, el primer Día de las Madres fue celebrado el 12 de mayo de 1907, a iniciativa de la activista norteamericana Anna Jarvis, fecha que correspondía al segundo aniversario de la muerte de su progenitora, lo que hizo como homenaje a su memoria y repartió claveles blancos a muchas de las asistentes.
En Cuba, aunque se desconoce la fecha exacta del inicio de la celebración, se sabe que se instauró por iniciativa del periodista Víctor Muñoz, quien escribió un artículo sobre la fecha bajo el título de “Mi Clavel Blanco” en el periódico El Mundo.
La idea prendió, sobre todo en el poblado de Santiago de las Vegas, en la Habana, y en 1920 el propio Muñoz, quien formaba parte del ayuntamiento de la capital, propone instaurar la fecha, pero no fue hasta 1928 que se aprueba oficialmente.
Como resultado, los cubanos mostraron agrado por la idea y desde entonces empezaron a rendir tributo a las madres en un día especial del año.
En casi todos los países del mundo se celebra el Día de las Madres, aunque la fecha varía. Por ejemplo, en Estados Unidos al igual que en muchas naciones de América como Canadá, Colombia, Jamaica, Puerto Rico, y otras se festeja el segundo domingo de mayo; mientras que Portugal, Sudáfrica y España lo hacen el primer domingo.
Otros países han señalado días específicos para la celebración como en El Salvador, India, México, Guatemala, Malasia, Pakistán, Singapur, Omán que lo hacen el 10 de mayo; en Costa Rica el 15 de agosto; el 8 de marzo en Albania y el 22 de diciembre en Indonesia. También el 26 de mayo se celebra en Polonia, en Nicaragua el 30 y en Samoa el 14.
Sin embargo, en Argentina se escogió el tercer domingo de octubre para homenajear a las madres, en Francia el último domingo de mayo, al igual que República Dominicana y Suecia. En Panamá la fecha es el 8 de diciembre, en Noruega el segundo domingo de febrero y en el Reino Unido el cuarto domingo de cuaresma.
Como tradición en Cuba, aunque quizás se ha perdido un poco, ese día las personas llevan en su pecho una flor roja cuando la madre está viva y quienes ya no pueden disfrutar de su compañía una flor blanca como una bella forma de honrarla.
Precisamente hay una vieja canción, compuesta por el cubano Osvaldo Farrés que ha pasado de generación en generación en honor a las madres que narra esa tradición:
Madrecita del alma querida,
en mi pecho yo llevo una flor,
no te importa el color que ella tenga,
porque al fin tú eres madre, una flor.
Llegue a todas las madres cubanas, donde quiera que estén, una gran felicitación.