CubaPLUS Magazine

Valle del Yumurí, palmar de Cuba

Por: Alina Veranes
09 May 2022
Valle del Yumurí, palmar de Cuba

Famoso en toda Cuba, el simpar Valle del Yumurí es uno de los entornos y paisajes emblemáticos de la mayor de las Antillas, tal vez porque en su flora siempre verde, de visión idílica en lontananza, señorea un derroche de altivas palmas reales (el árbol nacional), con sus penachos llegando al cielo.

Rodeado por todas partes, salvo por su lado oeste, de pequeñas montañas, algunas de hasta 150 metros, se trata de una llanura grande de unas 80 hectáreas, que logra alcanzar una anchura hasta de 8 km en su parte más amplia. Está situado al norte de la provincia de Matanzas, en las llamadas Alturas Habana-Matanzas, muy cerca, a un km aproximadamente, de la ciudad de los Puentes o Atenas de Cuba.

Según la tradición sus tierras siempre han sido cultivadas, sobre todo de caña de azúcar, cultivo de gran peso en la economía nacional,  adornadas  por grandes cantidades de la singular palma real.

Además de su hermosa dotación de palmas, en su flora se encuentra la especie vegetal endémica Melocactus matanzanus, en un medio en el cual se han encontrado restos arqueológicos de antiguas comunidades de aborígenes que habitaban la isla antes de la llegada de Colón.

Precisamente una de las versiones sobre el origen del nombre del Valle: Yumurí, se remite a la presencia de taínos en el entorno.

Según un viejo mito el vocablo Yumurí expresa el sonido del  grito  dado por los nativos al lanzarse desde uno de sus riscos, cuando preferían perder la vida antes que seguir soportando el cautiverio y los tratos crueles de los colonizadores.

Algunos expertos creen que Yumurí resultaba un remedo, a la usanza aborigen, de la frase castellana &yo muero", para hacerse entender por los explotadores. En un acto de libertad emitían  el grito y se lanzaban al vacío. Una bella leyenda sin base documental.

La hermosura natural del valle es realzada por las diferentes formas de relieve: llanos y colinas altas, por donde siguen su curso los ríos Yumurí y Bacunayagua. Precisamente una de las visualizaciones más esplendentes del valle se consigue desde el legendario Mirador de Bacuyanagua, el puente más alto de Cuba.

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