El Mausoleo de Simón Bolívar mdash;construido por iniciativa del fallecido líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávezmdash; se erige hoy con sus 54 metros de altura como admirable lugar de eterno descanso del Libertador, en un área de 2 300 metros cuadrados ubicada en pleno corazón de la caraqueña parroquia de Altagracia.
Ante la mirada fascinada del visitante, el magno sepulcro del Padre de la Patria, cuya forma asemeja la vela de un barco, está conectado por un túnel con paredes de vidrio, como prolongación del Panteón Nacional mdash;lugar que acoge los restos de las más ilustres figuras de la historia de Venezuelamdash; y donde el propio Bolívar reposara de 1876 a 2011.
Traspasado el umbral del Mausoleo sobresale el solemne ataúd de madera y piedras preciosas que guarda los despojos del prócer y en cuyos laterales figuran 47 puntas de lanza de oro (edad del Libertador al morir) y las letras SB (de Simón Bolívar) dentro de una corona de laurel y en su parte superior, el escudo venezolano y ocho estrellas.
Custodiado permanentemente, la guardia de honor es relevada cada dos horas: de ese modo, cuatro soldados marchan desde la entrada del Panteón Nacional hasta el sarcófago en el Mausoleo y remplazan a sus compañeros, pero antes uno de ellos grita para la posteridad una frase que rebota en la estructura majestuosa de blanca arquitectura.
Padre Bolívar, no araste en el mar. Aquí estamos tus hijos para que tus sueños de la Patria Grande se hagan realidad".