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Balam Kú: El Volcán de los Murcielagos

Por: Juan José Morales / Foto cortesía del Grupo Espeleológico de Investigación Ajau de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Balam Kú: El Volcán de los Murcielagos

Poco más de 100 kilómetros al poniente de Chetumal, cerca de la carretera que conduce a Escárcega, se abre la boca de la cueva de Balam Kú. A primera vista, parece tan solo una más de las incontables oquedades de los más diversos tamaños que por miles abundan en el territorio de la península de Yucatán.

05-balam-ku-1.jpgPero ese es un lugar muy especial, una de las grandes maravillas naturales de México. Cada día al llegar el crepúsculo, como ha venido ocurriendo desde épocas remotas, de esa abertura empiezan a brotar miles y miles de murciélagos, hasta formar una nube que finalmente se dispersa por los alrededores.

Aquel torrente de alas batientes no cesa durante más de una hora, y visto desde lejos parece una columna de humo. Por ello a Balam Kú se le ha llamado también El Volcán de los Murciélagos. Y es que, según la época del año, esa cueva es el hogar de hasta 2,3 millones de murciélagos —o quirópteros, si así se prefiere llamarlos— de siete especies diferentes.

Para tener una idea de lo que esta cifra significa, basta decir que la colonia de murciélagos que habita la caverna de Carlsbad, en Nuevo México, Estados Unidos —considerada excepcionalmente grande— es de un millón de individuos.

Estos seres nocturnos acostumbran a refugiarse durante el día en grandes cantidades en grutas, sobre todo en regiones de clima templado, como la península de Yucatán. Más bien son escasas las cavidades donde se congreguen más de 50 000 individuos. En ese sentido, El Volcán de los Murciélagos resulta realmente extraordinario. También es muy raro que en un mismo lugar se refugien más de dos especies de quirópteros.

Los murciélagos de la caverna de Carlsbad, por ejemplo, son casi todos de la especie Tadarida brasiliensis, popularmente conocido como murciélago guanero o cola de ratón, que es uno de los más abundantes y ampliamente diseminado por el continente americano. En cambio, Balam Kú es, como decíamos, el hogar de siete especies.

05-balam-ku-2.jpgEl más abundante 30 % del total de individuos, según los biólogos es el que se conoce como murciélago bigotudo o Pteronotus parnellii. Es más bien pequeño —entre 5.8 y 7 centímetros de largo— y de color café oscuro, a veces anaranjado, y recibe este nombre por los prominentes pelos rígidos que le crecen a los lados de la boca, bajo la cual hay también un curioso pliegue de la piel. Es insectívoro y se le encuentra en una vasta región del continente americano, desde el estado mexicano de Sonora hasta Brasil.

El segundo lugar por abundancia entre los murciélagos en el Balam Kú lo ocupa, con el 27 % del total, el Mormoops megalophyllam, comúnmente llamado murciélago fantasma o murciélago barbudo. Ambos nombres se deben a que posee unos pliegues de piel colgantes en la barbilla y los cachetes, semejantes a una barba, y grandes orejas redondas unidas en la frente, así como una nariz extremadamente chata, todo lo cual le da una extraña y fantasmagórica apariencia. Se alimenta casi exclusivamente de grandes mariposas nocturnas.

A continuación, con el 24 % del total de esos peculiares animales que tienen su refugio en esa gruta, se encuentra el murciélago orejón Nyctinomops laticaudatus, relativamente grande —poco más de 10 centímetros de largo—, que se caracteriza porque las membranas que le sirven de alas son casi transparentes. Es un voraz depredador de escarabajos.

Las otras cuatro especies en El Volcán de los Murciélagos son el Pteronotus davyi, llamado murciélago de espalda desnuda porque carece de pelaje en el dorso; el pequeño y delicado Natalus stramineus, que pesa entre tres y cinco gramos y no llega a cinco centímetros de largo; el murcielaguito de patas peludas Myotis keaysi y el murciélago siricotero o mielero Glossophaga soricina, que se alimenta de néctar, frutos e insectos.

Para espeleólogos experimentados, las misiones de exploración en la cueva de Balam Kú exigen el máximo de precauciones, una cuidadosa planeación y el uso de equipo de protección especializado.

05-balam-ku-3.jpgDe lo contrario, ellos correrían el gran peligro de contraer una enfermedad infecciosa llamada histoplasmosis que ataca a los pulmones y es causada al aspirar las esporas de cierto hongo microscópico denominado Histoplasma capsulatum, muy abundante en las cuevas donde hay grandes concentraciones de murciélagos, ya que prospera en un ambiente cálido, húmedo y rico en materia orgánica, como lo es la acumulación de excrementos de esos animales.

Los especialistas coinciden en que lo más recomendable respecto a la cueva de Balam Kú es mantenerla en su estado original, pues tiene una extraordinaria importancia científica. De hecho, como señalan los investigadores de la Universidad Veracruzana, está considerada una de las diez cuevas cuya conservación resulta prioritaria en México.

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