La lucha de la humanidad por dominar los elementos de la naturaleza es tan vieja como el hombre mismo. Todavía muchos dedican su vida a encontrar métodos para perfeccionar y hacer cada vez más racional las relaciones con la tierra, el fuego, el aire y el agua.
En el caso del elemento agua, su utilización por el hombre ha llegado a cruzar los límites de su imprescindible valor para la supervivencia humana hasta llegar a servir como un componente esencial para el esparcimiento y la práctica deportiva.
Al estar rodeada por las agua del mar, Cuba es uno de esos escenarios ideales para la práctica de deportes acúticos. Quizás para confirmar la validez de esta peculiaridad natural se podría señalar como referencia que esta Isla cuenta a lo largo de su historia con varios campeones mundiales y subtitulares olímpicos en ese tipo de deporte. Los más sobresalientes provienen del canotaje, una modalidad surgida en Canadá en la cual cada atleta se vale de un solo remo y con una rodilla sobre la canoa compite por llegar a la meta.
Con esa especialidad se hicieron célebres los cubanos Ibrahim Rojas y Ledy Frank Balceiro, multicampeones del orbe y subtitulares en los Juegos Olímpicos en Sydney-2000 y Atenas-2004.
Muy similar es el kayak, también con buen número de practicantes en la mayor de las Antillas, en el cual se compite sentado, con una paleta doble.
Ambas disciplinas tienen como sede permanente para el entrenamiento de alto rendimiento el embalse La Coronela, en las afueras de La Habana. En ese gran estanque de agua dulce también se entrenan los muchachos que practican las distintas modalidades en la especialidad de remo, uno de los deportes que más medallas aporta a Cuba en Juegos Panamericanos.
Otra modalidad es el yatismo, con la cual Cuba también ha conquistado títulos mundiales y continentales. Los centros principales de entrenamiento y competencias de este deporte se encuentran en las ciudades portuarias de Cienfuegos y Matanzas. Las bahías en esas dos ciudades son escenarios de las más tradicionales regatas cubanas.
LEJOS DEL OLIMPO
Pero más allá de las especialidades comprendidas en el programa olímpico, los deportes acúticos abarcan una amplia gama de posibilidades prácticas que comprenden desde el submarinismo hasta la motovelocidad.
Muchas de las actividades marinas se realizan principalmente a lo largo de las zonas turísticas de playa.
Una de las instalaciones más destacadas en estas prácticas es la capitalina Marina Hemingway, la cual cuenta con un excelente centro de buceo y dos magnífi cos puntos de inmersión en mar abierto para explorar barreras coralinas.
La Marina Hemingway es también conocida internacionalmente por la organización de regatas y torneos de pesca, como el que lleva el nombre del novelista estadounidense Ernest Hemingway. Esta competencia se celebra anualmente con un número cada vez mayor de participantes extranjeros.
Hay muchos centros de deportes acúticos para elegir a lo largo de la costa de Cuba. Uno de los más destacados se encuentra cerca del Club Atlántico, en la playa Santa María del Mar, al este de La Habana. Allí se pueden alquilar bicicletas acúticas, botes banana, kayaks, equipo de snorkeling y catamaranes.
El practicar surfi ng en Cuba es, sin duda, algo que vale la pena intentar. Las mejores olas para dicho deporte golpean las secciones costeras del este de la Isla entre los meses de noviembre y abril. Pero se recomienda a los interesados en deslizarse sobre olas cubanas que deben llevar sus propias tablas ya que las opciones de alquiler son limitadas y generalmente se reservan con mucha antelación. Lo mismo ocurre con los equipos de windsurf en las distintas instalaciones costeras donde se practica este deporte.