La Reserva Ecológica Lomas de Banao, de significación nacional por el alto grado de conservación de sus ecosistemas, sobresale como un destino ideal para el turismo de naturaleza y aventura.
Senderismo, recorrido ecuestre, observación de aves y baños en aguas cristalinas figuran entre las posibilidades que ofrece este atractivo paraje ubicado en la provincia central de Sancti Spíritus, a solo unos 20 kilómetros de la ciudad cabecera del territorio y a medio centenar de la reconocida urbe colonial de Trinidad.
Perteneciente al macizo montañoso de Guamuhaya, el sitio se caracteriza por hermosos valles intramontanos, ríos, saltos de aguas, y particularmente, por su relieve, con cimas en forma de cúpulas cuyo punto culminante es Tetas de Juana, el sector mejor conservado de la reserva, a 843 metros sobre el nivel del mar.
Lomas de Banao alberga un millar de especies de la flora, 268 de ellas endémicas de Cuba, y unas 500 de la fauna, con exponentes de alto valor ecológico y carismático, como la cotorra, el catey, la cartacuba y el tocororo, ave nacional.
Para la atención de los excursionistas, la reserva tiene una infraestructura bien pensada y servicios de calidad. Por ejemplo, el ecoalojamiento Jarico dispone de siete habitaciones y, a seis kilómetros de este, sobre una loma, La Sabina cuenta con cuatro, todas ellas con las comodidades necesarias.
En sus poco más de seis mil hectáreas, esta bella porción de la geografía cubana combina recursos naturales, históricos, culturales y sitios arqueológicos de gran interés, como la Cueva del Purial, la Gruta de Jarico II o los Farallones del Garrote.
Gestionada por la Empresa Flora y Fauna Sancti Spíritus, Lomas de Banao es objeto permanente de proyectos de rescate y conservación de la rica biodiversidad del lugar, punto de referencia para el ecoturismo.
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