Parece un paisaje de otro planeta, es impresión que albergan los visitantes al Parque Nacional Canaima cuando observan sus majestuosos ríos, selvas, tepuyes y el Salto Aángel.
Los ensueños de una naturaleza virginal permanecen en ese paraíso ubicado en el Estado Bolívar, en Venezuela.
El tepuy o tepui es una clase de mesetas especialmente abruptas, con paredes verticales y cimas muy planas (aunque no en todos los casos), presentes en la región de la Gran Sabana venezolana.
Estas montañas son las formaciones expuestas más antiguas en el planeta; su origen data del Precámbrico.
De uno de esos tepuyes nace el Salto Aángel, el más alto del mundo. Conocido entre los indígenas, que siempre habitaron la zona y fueron sus verdaderos descubridores, como el Kerepakupai Vena (en lengua pemón: salto del lugar más profundo).
Con 979 metros de altura tiene esa primacía y para admirarla en toda su dimensión solo es necesario navegar, caminar, resistir la dura travesía y mirar con los ojos del rostro y los del alma ese escenario maravilloso.